
Constantemente, vemos en las noticias el proceso lento de degradación del planeta. Protestas, reuniones y acuerdos, todo para intentar detener un daño acumulativo que ahora quiere venganza. El derretimiento de los polos, el aumento del efecto invernadero, enfermedades y muertes, todo producto de la contaminación. Podemos definirla como la entrada de cualquier elemento físico, químico o energético (como el sonido) al ambiente, perjudicando no solo la estructura de él sino también a sus integrantes (animales, plantas y personas). Existen muchos ejemplos de fuentes de contaminación que probablemente aún no conocemos, aquí veremos algunos.
La mayoría de las veces, es de causa humana, ya sea de forma directa o indirecta. Las fuentes de su desarrollo se pueden dividir de acuerdo al medio que más afecta, por lo que se clasifican en:
- Atmosférica o del aire.
- Hídrica o del agua.
- Suelos.
- Auditiva o acústica.
- Otras: visual y lumínica.
La manera en que cada una impacta al planeta y a la salud, los causantes y las consecuencias, se presentan a continuación.
Contenidos del post
Contaminación del aire, atmosférica o polución
Otro año pasa, otra medida se realiza y seguimos compitiendo cual será la generación que dañe más al planeta. En el año 2019 se alcanzó la cifra de 40 mil millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) en la atmósfera producto de la polución. Esta se produce por la emisión de sustancias, gases o partículas químicas a la atmósfera, pudiendo modificar la calidad del aire que respiramos.

Entre las principales causas tenemos:
Autos y camiones: emisión de gases (dióxido de carbono, hidrocarbonos y óxidos de nitrógeno) | Calefacciones hogareñas |
Clorofluorocarburos (CFC) | Cocinar a leña |
Deforestación (menos árboles menos oxígeno más dióxido de carbono) | Fábricas de petróleo y carbón |
Incendios forestales | Insecticidas o repelentes en aerosol |
Plantas de energía | Smog |
Quema de basura | Tabaco |
Estas acciones tienen graves resultados como inconvenientes en la salud (desde simples alergias hasta problemas respiratorios), lluvias ácidas, el aumento del efecto invernadero y el daño en la capa de ozono. Todo esto sin mencionar el hecho que el aire que respiramos cada decenio se vuelve más tóxico y menos puro.
Contaminación hídrica o del agua
Es la presencia de sustancias que debido a su acumulación o contacto directo con el agua dañan su composición, provocando que se vuelva inutilizable para el consumo o el uso de actividades agrícolas y ganaderas, es decir, se torne tóxica.

Las principales fuentes de contaminación hídricas son las siguientes:
Aceites y grasas | Bacterias, virus y parásitos |
Barcos petroleros | Botellas y plásticos |
Detergentes | Derrames de combustible |
Desechos fecales | Minas |
Pesticidas | Productos químicos del sector ganadero e industrial |
Sustancias radioactivas: desechos médicos y residuos de fábricas de uranio y de torio |
El daño, directo o indirecto, en un recurso tan vital como el agua, acarrea peligrosas consecuencias, como el empobrecimiento de los ecosistemas acuáticos, escasez de agua potable y el envenenamiento de plantas y animales. Además, el agua contaminada es la causante de enfermedades como la disentería, cólera, fiebre tifoidea y la hepatitis A, que provocan cerca de 500.000 muertes anuales por diarrea, principalmente en niños.
Contaminación del suelo
Se trata de la acumulación o introducción de elementos líquidos, gaseosos o sólidos al suelo, provocando cambios perjudiciales en su composición, calidad y productividad. A pesar de que se puede llevar a cabo de forma natural, los principales culpables somos los seres humanos, a través de:
Ácidos y solventes | Acumulación de productos industriales o radioactivos |
Arrojar baterías o pilas en sitios no adecuados | Basura urbana |
Compactación de suelos (se realiza previamente a la construcción o por el paso de ganado y/o autos; provoca que el suelo se vuelva infértil) | Herbicidas |
Filtraciones de alcantarillado | Filtraciones en rellenos sanitarios |
Fungicidas | Productos químicos derivados del petróleo |
Vertederos |

Los efectos de este tipo de contaminación son la infertilidad de los suelos, corrupción de aguas subterráneas y perturbación de los nutrientes y minerales. También, dificulta el desarrollo de la flora (por la imposibilidad de crecer en tierra infértil) y la fauna (migraciones y muerte por falta de alimentos).
Contaminación auditiva o acústica
Se define como el exceso de ruido, ya sea en tono, frecuencia o volumen, en una determinada zona. Aunque este tipo de contaminación no se traslada, acumula o perdura en el tiempo como las demás, llegando a ser considerada como “normal”, esta trae fuertes daños al ecosistema.
El ruido se vuelve perjudicial al superar los 75db y doloroso al pasar los 120db. Los daños se presentan cuando el ruido es constante y prolongado, mientras más tiempo se interactúe con él, mayor es el deterioro.
Entre las principales fuentes de contaminación se encuentran:
Bocinas, cornetas y pitos (90db) | Conciertos y eventos al aire libre (+90db) |
Discotecas y antros (+110db) | Música muy alta (70-100db) |
Obras de construcción (110db) | Ruido de animales (60-80db) |
Transporte aéreo (130db) | Tráfico (100db) |
Trenes o ferrocarriles (110db) |

La contaminación acústica conlleva un fuerte impacto ambiental, causando cambio en los patrones de migración, amamantamiento e, inclusive, promueve la extinción de especies, según el servicio de Parques Nacionales de Estados Unidos (NPS). Pero no solo los animales son los afectados, datos recientes del AEMA (Agencia Europea del Medio Ambiente) indican que causa 72.000 hospitalizaciones y 16.600 muertes prematuras solo en Europa. Nos da bastante que pensar, ¿cierto?
Otros tipos de contaminaciones: lumínica y visual
Por supuesto, los humanos siempre buscamos formas de superarnos, y las ultimas formas de contaminación no fueron suficientes. Así que, para incrementar el deterioro del planeta y la salud de sus habitantes, se crearon las contaminaciones lumínica y visual. Estas las podemos describir como:
Contaminación lumínica: es la provocada por la emisión de flujos luminosos artificiales con intensidades, direcciones o rangos inadecuados. Las principales fuentes son:

Bombillas de luz tradicional |
Horarios poco eficientes de iluminación artificial |
Mal diseño del alumbrado urbano (enfocan su luz hacia el cielo) |
Es una de las menos conocidas, pero sus consecuencias son bastantes notables. Las más relevantes son la alteración de los ciclos biológicos y problemas de orientación en animales nocturnos, la pérdida de energía, los deslumbramientos (fuente de accidentes automovilísticos) y el entorpecimiento del tráfico aéreo y marítimo. Asimismo, la sobreestimulación produce enfermedades relacionadas con la visión, migrañas y alteración del sueño.
Contaminación visual: es la presencia de elementos que alteran, perturban o dañan la estética del paisaje y dificultan su visualización. Sus principales causantes son:
Abandono de construcciones o edificios en deterioro |
Anuncios y afiches de campañas publicitarias y electorales |
Exceso de señales de trafico |
Grafitis poco estéticos |
Vallas publicitarias de movimiento o con muchos colores |
Redes de distribución eléctricas y telefónica |

En forma comparativa, se podría decir que es la menos peligrosa. Sin embargo, el exceso de formas, colores y luces, pueden provocar una confusión al cerebro por exceso de información, mayormente en caso de personas muy sensibles, ocasionando estrés mental y emocional. Igual que la anterior, puede distraer al momento de trabajar (disminuyendo la productividad) o manejar (siendo causa de accidentes automovilísticos).
“Solo cuando el último árbol esté muerto, el último río envenenado y el último pez atrapado, te darás cuenta que no puedes comer dinero” – Proverbio indoamericano