Existe todo tipo de chistes para todos los gustos. A unos les gustan cortos y a otros les gustan largos, en este artículo te mostramos 7 Chistes muy buenos y largos.
Los chistes largos tienen ese no sé qué te envuelven. Los que tienen sentido del humor saben que los chistes largos son especiales para hacer partir de la risa, ya que no hay nada como una pequeña historia que termina con lo más ilógico, inesperado o absurdo para hacernos llorar de la risa. Los chistes cortos son considerados un arte, pero los chistes largos son de otro nivel.
Bien sea que sean mini monólogos, chistes anecdóticos, o monólogos en sí, este tipo de humor cae bien para todo el mundo.
7 Chistes buenos y largos
1. Jaimito de vacaciones
Un día Jaimito le dice a la mamá:
-Mamá déjame ir a la piscina hoy, es que ponen el trampolín de 5 metros.
La mamá responde que sí.
A los 15 minutos Jaimito regresa con un brazo roto y se acuesta a dormir, al día siguiente le dice a la madre:
-Mama déjame ir a la piscina hoy, es que ponen el trampolín de 10 metros. La mamá responde que sí.
A los 15 minutos Jaimito regresa con una pierna rota y se acuesta a dormir. Al día siguiente le dice a la madre:
-Mama déjame ir a la piscina hoy, es que ponen el trampolín de 25 metros. La mama responde que sí.
A los 15 minutos Jaimito regresa en silla de ruedas y se acuesta a dormir, al día siguiente le dice a la madre:
-Mama déjame ir a la piscina hoy, es que ponen el trampolín de 30.
La madre le responde:
-No mira como llegas cada vez que vas a la piscina.
A lo que Jaimito le responde:
-Dale mami es que ahora sí le echarán el agua a la piscina…
2. Jaimito y los exámenes
El profesor repartiendo las notas:
-Luisito sacó 10.
-Pedrito un 8.
-Juanito un 6.
-Jaimito un 0.
Oiga profesor, ¿Y por qué a mí un cero?
Porque te has copiado del examen de Pedrito.
¿Y usted cómo lo sabe?
Porque las cuatro primeras preguntas están iguales, y en la última pregunta Pedrito respondió:
“Esa, no me la sé” y tú pusiste: “Yo tampoco”.
3. El compatriota
José, Miguel, María y Tomás hablan sobre el trabajo de sus sueños.
—Me gustaría ser abogado —dice José—, para poder defender a mis compatriotas.
—Me gustaría estar en el congreso —dice Miguel—, para proponer leyes que beneficien a mis compatriotas.
—Yo quiero ser doctora —dice María—, para poder curar a mis compatriotas.
—Y tú, Tomás, ¿qué te gustaría ser? —pregunta José.
—¡Yo quiero ser compatriota!
4. Indios en el invierno
En pleno otoño, los indios de una tierra muy lejana le preguntan a su nuevo jefe si el próximo invierno será frío o templado. Ya que el jefe pertenece a una generación moderna y jamás aprendió los viejos secretos de sus ancestros, mira al cielo y no puede predecir qué va a suceder con el clima. Aun así, les advierte que recojan leña. Como es un hombre práctico, poco tiempo después llama por teléfono al Servicio Meteorológico Nacional.
—¿El próximo invierno será muy frío? —pregunta.
—Es probable —le contestan.
El jefe vuelve con su gente y les dice que se pongan a juntar más leña.
Una semana después, llama de nuevo por teléfono.
—¿Será un invierno muy frío? —vuelve a preguntar.
—Sí, será un invierno muy frío —le responden.
El jefe vuelve a ordenar a su gente recolectar toda la leña que puedan.
Dos semanas más tarde, el jefe hace otra llamada telefónica:
—¿Están seguros de que el próximo invierno será muy frío?
—Completamente —le contestan—. Va a ser uno de los inviernos más fríos que se hayan conocido.
—¿Y cómo están tan seguros? —indaga el jefe.
—¡Porque los indios están juntando leña como locos!
5. Un borracho a la mañana siguiente
Parece que un caballero bebió demasiado alcohol en una fiesta, y cuando se dirigía a casa fue detenido por un policía. Al ser examinado, el hombre no podía caminar en línea recta más de lo que podía conducir, por lo que el policía escribió una multa y se la dio al conductor antes de que causara un accidente.
El conductor ebrio, pensando que el policía no volvería con él, condujo a casa y se fue a la cama. A la mañana siguiente se despertó porque estaban golpeando la puerta.
– ¿Es usted el Sr. Johnson?, a lo que el hombre respondió que sí.
-¿Lo detuvieron en Main Street anoche por conducir bajo los efectos del alcohol? Una vez más, el hombre admitió que era él.
-¿Y qué hizo entonces?, preguntaron los policías. El hombre respondió que condujo su auto a casa y se fue a la cama.
– ¿Dónde está su auto ahora? , Preguntaron los policías. El hombre respondió que estaba en el garaje.
-¿Podemos ver el auto? Preguntaron los policías.
El hombre respondió, “Seguro”, y abrió el garaje. Pero dentro del garaje estaba el auto de los policías estatales.
6. Buenas costumbres
Durante una clase de moral y buenas costumbres, la profesora dice a sus alumnos:
– Miguel, si fueras a cortejar a una joven de buena familia, muy bien educada, durante una cena íntima para dos, y tuvieras necesidad de ir a los servicios, ¿qué dirías?
– Espérame un momento, que voy a echar una meadita.
– Eso está mal, eso sería muy grosero y maleducado por tu parte. Juan, ¿cómo lo dirías tú?
– Perdón, pero tengo que ir a los servicios. Vuelvo enseguida.
– Eso está mejor, pero resulta desagradable decir “servicios” durante una comida.
– Y tú, Jaimito, ¿qué le dirías a la joven?
– Yo diría: “Querida, te pido perdón por ausentarme un momento, pero voy a dar la mano a un íntimo amigo que espero poder presentarte después de la cena”…
7. Un día especial en la escuela
Un día Jaimito estaba en el colegio escuchando en clase lo que decía la profesora:
-Niños, para mañana tienen que venir vestidos de frutas o verduras para carnaval.
Al día siguiente, la profesora está mirando cómo van vestidos sus alumnos:
-¡Hola Juan!, ¿de qué vas vestido?
-De tomate señorita
-¿Y tú, Carlos?
-¡Yo voy de lechuga!
Aparece Jaimito desnudo completamente y con una flor en el culo.
-Pero Jaimito,¡¿Qué haces desnudo?!
-Yo, señorita, voy de culiflor.
