Uno de los trabajos menos remunerados en el mundo y a la vez más demandante en toda la historia de la humanidad, es el de ser padres. Ser responsables de un pequeño ser, transmitirle los conocimientos y valores necesarios para que sea una persona decente pero, a la vez, la fortaleza para que el crudo mundo no los aplaste. Un equilibrio difícil de conseguir, pero que se mantiene en constante búsqueda, todos los sacrificios que deben realizar y los sueños propios que posponer para luchar por los de la nueva criatura. Nuestros padres, con sus errores y fortalezas, amarguras y cualidades, se han esforzado por nosotros y nuestros sueños, lo menos que podemos hacer es agradecerle e intentar recompensarlo con nuestras buenas acciones.
Una pequeña carta en alguna ocasión especial o, simplemente, en un día aleatorio solo porque si, es importante. A veces, el decir las cosas no se nos termina de dar, se nos olvidan algunos detalles o simplemente la dificultad en el hablar no nos permite, por ello, un mensaje por escrito es lo ideal. A continuación, les daremos algunos ejemplos de cartas para estos amados seres.
Carta #1: Graduaciones
Mis amados padres, en un día como hoy, solo puedo pensar en el orgullo y la suerte tan grande que es ser su hija, que Dios me haya elegido como su primogénita fue la primera y más grande bendición de mi vida.
Sin su enorme sacrificio, paciencia y amor, este logro no sería posible. Fueron ustedes que se levantaron temprano, hicieron mis comidas, me dieron apoyo e invirtieron su dinero, reduciendo sus libertades solo para que pudiera estudiar otro semestre sin falta, para no tener preocupaciones de hospedaje o de comida, sin mencionar todos aquellos que desconozco, gracias por todo.
Mamá, por los consejos, los abrazos y madrugadas secando mis lagrimas, producto del estrés, te estoy infinitamente agradecida.
Papá, por el sacrificio en el trabajo, acompañarme a navegar en una ciudad desconocida y transportarme cada vez que podías, gracias.
¡LO LOGRAMOS! ¡ESTO TAMBIEN ES SUYO! ¡LOS AMOS!
Carta #2: Un padre ejemplar
Padre, te hago esta carta para intentar expresar mi profundo agradecimiento por ti. Por quedarte conmigo en las noches de enfermedad, los domingos de fútbol y las tardes de película, enseñándome valores importantes como responsabilidad, respeto, honestidad y la importancia del tiempo de calidad.
Eres un ser irremplazable, adorable y divertido, aunque transmitas esta coraza de rudeza y seriedad, cuando se te llega a conocer es imposible no quererte. Como prueba coloco a mis amigos que han llegado a valorarte profundamente, incluso yendo a ti en busca de consejo.
Gracias por todas tus enseñanzas, sobre todo por aquellos que transmitiste con el ejemplo. Eso es todo, pues las palabras nunca serán suficientes para expresar lo que significas para mi y lo agradecido que estoy de que seas mi padre.
TE AMO.
Carta #3: Madre adorada
Amada madre, en un día como hoy de inspiración profunda y de recuerdos abundantes, te escribo estas líneas para expresar mi enorme agradecimiento hacia ti y tu forma de quererme, apoyando cada decisión que me hacían feliz, a pesar de que no la entendieras del todo, por ser mi fiel compañera, entregándome tu consejo sincero en cada momento.
Por todas las madrugadas sin dormir cuando estaba enferma, por el preferir comprarme el juguete que anhelaba en lugar de los zapatos que querías, por ver a mi lado mi película favorita una y otra vez sin quejarte. También, perdóname por los malos comentarios y discusiones, cuando la inmadurez era tan grande que decía cosas sin sentir solo por el querer herirte, hoy en día me arrepiento profundamente.
No hay palabras suficientes en este idioma y menos en este mundo para expresar lo que significas para mí, el amor tan grande y profundo que siento con verte sonreír. Daría lo que fuera porque ese fuera tu humor siempre, pues siento que me quiebro cuando te veo angustiada o triste, sobre todo cuando no puedo hacer nada para solucionarlo. Pasaré el resto de mis días intentando que te sientas orgullosa de mí, de tu hija, tanto como lo estoy yo de que seas mi madre.
Le pido diariamente a Dios que te brinde mucha salud, para regresarte cada uno de las cosas que has hecho por mí, pero elevadas a la potencia. Te amo y te admiro profundamente, mi mujer maravilla de la vida real.
Carta #4: Gracias por el apoyo
En un día tan especial como hoy, solo puedo pensar en las dificultades y obstáculos que tuve que pasar para obtener este logro y, mayormente, en las personas que me motivaron a no rendirme y luchar hasta el final, dándome animo incluso en mis días más insoportables. Además de compañeros y amigos, el verdadero agradecimientos es para ustedes, mis padres y abuelos, quienes sacrificaron momentos, gustos y viajes por ayudarme económicamente con solo la promesa y el placer de ayudarme a ser mejor. ¿Qué amor más profundo que ese? El desinteresado. Prometo que intentare regresar multiplicado cada sacrificio y lágrima que pudieron regalarme.
A mi madre, por tus palabras, consejos y apoyo incondicional, por cada palabra de aliento y abrazo reconfortante. ¡Mil gracias!
A mi padre, por sus regaños, honestidad y compañía, gracias.
A mi abuelo, por su infinito conocimiento, paciencia y lecciones sobre labores manuales increíbles, gracias.
A mi abuela, por su amor incondicional, sus comidas revitalizadoras, sus consejos honestos, su apoyo sincero y sus llamadas que me daban la paz para no enloquecer. Siempre agradecida, mi viejita.
A todos y cada uno de ustedes, los amo con locura.