
La innovación en el sector de los juegos de mesa ha sido un objetivo muchas veces difícil de ejecutar. Juegos clásicos como el dominó o las damas han presentado pocas innovaciones tangibles en sus planteamientos, con unas reglas ya de por sí muy sólidas. Y no hay que olvidar que se trata de juegos físicos, en los que el margen de maniobra queda muy limitado. Pero estas limitaciones a las cuales hacemos referencia han desaparecido de un plumazo gracias a la eclosión de la digitalización. Internet, la conectividad y la presencia omnipresente de las pantallas han abierto nuevos canales por explorar. Como si se tratase de un nuevo planeta por colonizar, las compañías encargadas de distribuir los juegos de mesa han identificado una vía para llegar a nuevos públicos. Aportando una nueva dimensión a planteamientos clásicos que se expanden ante un escenario moderno.
Uno de los primeros juegos clásicos que dio el salto a la esfera digital fue el póquer. Un pasatiempo cuyas reglas se han mantenido inalteradas a lo largo de los siglos. Su pervivencia en el tiempo ha derivado en una iconografía muy reconocible y un lenguaje propio, con expresiones como “all in”, “farol” o “dealer”. Del mismo modo que sucede con otros pasatiempos que aquí enumeraremos, también dispone de muchísimas adaptaciones virtuales. Un paso más en su evolución jugable y otra muestra de su adaptabilidad ante el avance del tiempo.
El sector de los videojuegos ha sido también un canal muy útil para vehicular propuestas clásicas con un nuevo acabado estético. En este sentido, encontramos por ejemplo el caso concreto del ajedrez, con adaptaciones muy populares como la que se publicó en 2012 bajo el
nombre de Pure Chess. Una adaptación que salió al mercado para casi todas las plataformas disponibles, desde PlayStation 4 hasta la incombustible Nintendo DS. Otro de los juegos de mesa que se ha convertido en un clásico por méritos propios es el Catan. Su planteamiento se fundamenta en la gestión de recursos, donde debemos construir casas, ciudades y caminos en un tablero que siempre cambia al inicio de una partida. Se trata de un pasatiempo que se ha traducido en un sinfín de idiomas y que, con relación con el tema que hoy nos ocupa, también dispone de diversas adaptaciones virtuales.
La mayoría se encuentran para PC, aunque existe una versión muy reciente que se ha publicado para las consolas de nueva generación. Un título que aprovecha las capacidades de las nuevas máquinas para
ofrecer imágenes en 4k a 60 fps. No se trata de un prodigio técnico, pero sí una adaptación más que correcta de un juego clásico.
Rol, fantasía y dados
Si nos acercamos al presente y analizamos propuestas de nueva creación, uno de los referentes por excelencia es Dungeons and Dragons. Se trata de un juego de rol, creado en los años 70, con un universo de fantasía muy rico en detalles que sigue de rabiosa actualidad.
Simplemente hay que investigar sobre su reciente adaptación cinematográfica o la conexión directa que lo conecta con la serie Stranger Things, una de las ficciones de Netflix que mayor éxito ha tenido en su prolífico catálogo, conformado por infinidad de series, películas y grandes documentales. El espíritu camaleónico de la franquicia es precisamente lo que le ha llevado a licenciar una gran cantidad de videojuegos. El más reciente es Dungeons and Dragons: Dark Alliance, del año 2021.

Por último, queremos hacer referencia a otro de los fenómenos más destacados con relación a los juegos de mesa: el universo de Warhammer. Su planteamiento conecta bastante con el imaginario de Dungeons and Dragons. No por la ejecución de su propuesta, sino por la profundidad argumental de su mitología. Es, sin lugar a duda, uno de los reyes de los juegos de fantasía y ciencia-ficción. Para quienes no estén versados en la materia, el juego dispone de figuras en miniatura que deben ser montadas y posteriormente pintadas. Cada una de ellas forma parte de una facción con un poder determinado. Cuando se ha finalizado el trabajo de artesanía y se logra confeccionar un ejército, es el momento de enfrentarse con el jugador rival, donde los dados y la pericia determinarán el resultado final. El universo
de Warhammer también ha sido adaptado para las consolas, con el popular Total War: Warhammer como uno de los títulos más notables. Un juego de estrategia en tiempo real que nos evoca al clásico Age of Empires.