A pesar de su antigüedad y que en la época actual no son utilizadas, al menos de la manera que se supone debían ser utilizadas, la espada sigue estando presente casi en la cotidianidad ya sea a través de una caricatura, una serie de televisión, películas, videojuegos y en algunas artes marciales como el Kendo (del japonés que significa camino del sable) donde se utilizan la shinai, que es un sable de bambú.
“Si la suelto no puedo protegerte, si la empuño no puedo abrazarte”
-Tite Kubo.
Para términos realmente estrictos, una espada es un arma blanca de dos filos que consiste en una hoja, recta, cortante, punzante o ambas, con empuñadura y de una envergadura específica. Esto indicaría que los sables como la cimitarra o la katana no serían espadas por poseer una hoja curva.
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Historia y Evolución de la Espada
Es realmente difícil especificar cuando y donde apareció por primera vez esta magnífica arma, que ha recibido una gran variedad de formas y para la cual han sido utilizado una gran cantidad de materiales diferentes para su elaboración, tales como la piedra, el acero, cobre, bronce, hierro, hueso, madrera, etc. Para todos los pueblos y culturas que la han usado “simboliza la Caballería, emblema de justicia, fuerza y castigo. El ideal del poder Soberano y el ingenio de los conquistadores”.
El origen verdadero de la espada, y no propiamente de algunas otras armas filosas, se remonta a la época de los metales, pues aunque materiales como hueso y piedra fueron usados para elaborar armas cortantes y punzantes ninguno de esos materiales serían aptos para crear una espada.
Edad de Bronce
La forja de espadas comienza en la Edad de Bronce, II milenio a.C. Su desarrollo se hizo a partir de la daga, cuando se logró confeccionar las hojas largas. Aquellas espadas que alcanzaran una longitud de 90 cm serian raras para esta época pues son demasiado largas y exceden la capacidad extensible del bronce (aleación de cobre y estaño).
Los primeros trabajos en espadas de bronce se hicieron en los trabajos de cobre del Mediterráneo, el Mar Negro y en Mesopotamia. Así comenzó el uso de la espada en Europa, mientras que en el Oriente Próximo se mantuvo un poco más de tiempo el uso de dagas como arma predilecta por los guerreros. En china comenzó su fabricación durante la Dinastía Shang. Cabe mencionar que la utilización de los metales tanto para la fabricación de armas como de objetos ceremoniales y de joyas se restringía para los personajes que ostentaban cierto estatus social. El resto de artilugios seguían fabricándose de madera o de piedra tallada.
Edad de Hierro
A partir del siglo XIII a.C. se comienzan a ver las espadas de hierro, siendo los hititas, los micénicos (primera civilización avanzada de la Grecia continental) y la cultura proto-céltica de Hallstatt los primeros usuarios de espadas de hierro.
Una de las más importantes ventajas del uso de hierro como materia prima para la fabricación de espadas radicó en su abundancia, lo que permitió la producción en masa de las mismas.
Con el tiempo, los maestros herreros descubrieron que había una técnica para el mejoramiento de la calidad del metal, mediante un procedimiento denominado reducción, con la añadidura de cierta cantidad de carbón al hierro conseguirían una aleación mejorada llamada acero, así mismo aparecieron diferentes diseños que de alguna manera representaban al maestro herrero que la forjaba. Además de que con esta nueva aleación pudieron alcanzar mayores longitudes en el forjado de las mismas, fue cuando el tardío Imperio Romano introdujo la spatha, que era más larga que el resto de espadas de la época y desde entonces se comenzó a utilizar el término “espada larga”.
Edad Media
Por mucho tiempo permaneció el uso de la spatha como arma predilecta de los ejércitos, es hasta el siglo XI que se desarrollan los gavilanes o la cruz característica de la espada medieval. El aspecto cruciforme permaneció durante las cruzadas del siglo XII-XIII sin muchas modificaciones a parte de las que experimentó el pomo de las mismas. Estas espadas, aunque fueron diseñadas para cortar, fueron caracterizadas por una punta específicamente ideada para penetrar las mejoras en las armaduras de los ejércitos.
Por otro lado en Asia se popularizaron espadas de un solo filo, como derivaciones de la Dao china surgieron: la Katana japonesa (durante los años 900) y la espada coreana Hwandudaedo.
Renacimiento
Entre los años 1300 a 1500 las mejoras tanto en las espadas como en las armaduras se fueron desarrollando con cada vez mayor velocidad. Comenzó por el alargamiento de la empuñadura, que permitió el uso ambidiestro y también una hoja mucho más larga, así nació la Spadone común en los años 1400. Otra variante fue la espada especializada en perforar la defensa, el estoque.
Zweihänder, usada en Alemania a partir del siglo XIV.
El Spadone se popularizó por su capacidad de alcance, de corte y de empuje, mientras que el Estoque se popularizó por su capacidad de alcanzar los puntos débiles entre las placas de las armaduras. La empuñadura durante esta época se envolvía en alambre o en cuero con la finalidad de ofrecer un mejor agarre a quien la empuñe.
El aumento de tamaño de la espada llegó hasta la famosa Doppelhänder (hoy llamada Zweihänder) cuyo término indica la implementación de ambas manos para su uso. A partir de entonces, por la llegada de la pólvora y la reducción del uso de armaduras de placas, se volvió a las espadas de una sola mano, mucho más ligeras y rápidas, que si bien no marcaron gran importancia durante los enfrentamientos bélicos si fueron muy relevantes en la defensa civil.
Edad Moderna y Contemporánea
El uso militar de las espadas se redujo hasta dejarla como un arma de uso civil, sin embargo su aspecto seguía siendo modificado, era común ver ahora estoques cuya cruz tenía forma de cesta para proteger la mano. Por otro lado, las espadas cortas y los estoques que ahora eran usadas para batirse en duelos, como un accesorio símbolo de un estatus social elevado era común en hombres ricos y oficiales militares.
Con el tiempo, vestir espadas pasó de moda para los caballeros y fueron reemplazadas por bastones. Algunos modelos de bastón incorporaban en su interior una hoja escondida, estos eran llamados bastones espada. Entonces se desarrolló un arte marcial francés denominado Canne, que consistía en luchas con bastones y bastones espada, posteriormente se convirtió en un deporte.
La vida de la espada como arma militar y de defensa fue en declive entre los siglos XVIII y XIX con el desarrollo de armas de fuego personales. Hoy en día las espadas siguen siendo usadas, esta vez con fines ceremoniales y como parte del uniforme de dignatarios militares.
Partes de una espada
Existen muchos tipos diferentes de espadas, por lo cual las partes que las componen suelen variar entre un tipo y otro. Sin embargo hay partes más generales, que son comunes entre la mayoría de las espadas existentes. Estas partes son las siguientes:
- Hoja: parte larga metálica que posee filo, puede ser de uno o de ambos lados. Las espadas usadas en práctica o como un adorno no poseen filo.
- Guarnición: es el conjunto de elementos que se usan para sostener la espada y para proteger la mano de quien la esgrime.
- Cruz: esta parte está conformada, tal como su nombre indica, por dos brazos en posición transversal a la hoja formando una cruz. Su función es la de proteger la mano de la persona quien empuña la espada y evitar lesiones.
- Gavilanes: cada uno de los brazos transversales a la hoja que conforman la cruz de la espada.
- Empuñadura: se trata de la parte por la que se sostiene la espada. Permite el manejo y control de la hoja, además funciona como contrapeso para el adecuado balanceo de la espada.
- Junquillo: es un cordón tejido, puede ser de diferentes materiales. Se usaba para mejorar el agarre de la espada e iba recubierto de cuero.
- Cazoleta: conocida también como guarda de la espada, es una pieza metálica colocada antes de la hoja y cumple la función de proteger la mano.
- Guardamano: protección que envuelve casi en su totalidad la mano del portador de la espada. Suele ser una tira de metal.
- Virola: anillo de metal utilizado para reforzar extremos de la espada.
- Vaina: funda donde se guarda la espada, puede ser de metal, de madera o de cuero. Evita el óxido de la hoja y posibles accidentes.
Algunas de las espadas más famosas y emblemáticas
Sable Corvo de San Martin
La adquirió José de San Martin en Londres, poco tiempo después de dejar España y antes de embarcarse hacia Suramérica. San Martin admiró desde el comienzo el diseño del sable y comprendió que este sería especialmente útil para asaltos en carga de la caballería. José Francisco de San Martin fue un militar y político cuyas campañas revolucionarias fueron decisivas para las independencias de Argentina, Chile y Perú.
Sable de Simón Bolívar
Después de la batalla de Ayacucho el 9 de Diciembre de 1824, la cual determino la independencia de Perú del imperio español, Simón Bolívar recibió múltiples honores del pueblo peruano. Tras recibir el título de “Libertador”, uno de los honores entregado fue esta espada, conocida también como “La Espada del Perú”. Fabricada por Chungapoma en 1825 en Perú. Acompañó a Bolívar durante la gesta independentista hasta su muerte. Tras su fallecimiento, la espada de Bolívar pasó a manos de su hermana doña Juana Bolívar. Desde 1974 permanece en custodia en el Banco Central de Venezuela, junto a una colección de joyas del Libertador.
Espada de Carlomagno
La espada llamada Joyeuse (del francés que significa “alegre”) es una de las espadas más famosas de la historia. Perteneció al Rey Carlomagno quien fue el primero en unificar la Europa Occidental tras la caída del Imperio Romano, logrando gobernar un imperio inmenso que abarca lo que hoy en día es Francia, Alemania, Italia, Austria y parte de los Países Bajos. Galas forjó la Joyeuse a lo largo de tres años. La leyenda atribuye a la Joyeuse con poderes mágicos pues cuenta que brillaba tanto que podía eclipsar al sol y dejar ciego a los enemigos en batalla, además hacía a su portador inmune a los venenos. Hoy en día se encuentra en el Museo de Louvre. En la Chanson de Roland, poema épico del siglo XI, basado en la batalla de Roncesvalles del año 778 describe lo siguiente:
«Carlomagno lucía su peto blanco de malla y su casco con piedras de oro incrustadas; a su lado la Joyeuse y nunca hubo otra espada que se le pareciese; su color variaba treinta veces al día.”
Honjo Masamune
Goro Nyudo Masamune, un legendario fabricante de espadas, forjó la Honjo Masamune. Fue una de las espadas más famosas de la historia japonesa e incluso llego a convertirse en uno de los tesoros nacionales del país.
Existe una leyenda en relación a esta espada, relata una competencia entre dos grandes artesanos, Masamune y Muramasa. Cada uno forjó su espada y las dejaron arrastrar por un río. La espada de Muramasa cortaba todo aquello con lo que tropezaba, desde animales hasta las mismas rocas; por otro lado, la espada de Masamune solo cortaba las hojas de los árboles que caían sobre el río y rebotaba al tocar a un ser vivo. Muramasa, al ver la letalidad de su hoja saboreaba la victoria, un sabio monje dio su veredicto otorgando la victoria a Masamune pues la creación de Muramasa era una espada maligna sedienta de sangre y destrucción, mientras que la espada forjada por Masamune no mataba innecesariamente, dejando claro la benevolencia de su creador.
La Honjo Masamune recibe su nombre del general Honjo Shigenaga quien vivió en los siglos XVI y XVII y combatió en servicio del clan Uesugi del norte de Japón. El general Honjo consiguió su espada en el año 1561 mediante un duelo singularcontra un general del ejército enemigo, tras un duro combate y a pesar de las adversidades logro vencer a su contrincante y reclamo su espada como trofeo.
La espada fue vendida a la familia Toyotomi quienes dominaban Japón a finales del siglo XVI. Tras ser derrocados la espada pasó a posesión del nuevo shogún de Japón, Tokugawa Ieyasu, convirtiéndose en un tesoro familiar.
Al final de la Segunda Guerra Mundial, la espada Masamune estaba en posesión de Tokugawa Iemasa. Tras la rendición de Japón, los aliados exigieron a la nobleza japonesa entregar sus colecciones de espadas, sin embargo el general que recibió dichas espadas no aparece en los registros históricos y desde entonces se desconoce el paradero de la misma, hoy en día sigue desaparecida.
Así como muchas otras reliquias, las espadas simbolizaron a través de la historia la fuerza y la justicia de quienes gobernaron. Para algunos nada más que un arma, para otros eran partes de ellos mismos y hasta le otorgaban la idea de que poseían alma. Son sin duda, más allá de su utilización o lo que representaba para algunos, una verdadera muestra de arte y de ingenio humano que lograron fundirse con la destreza de quienes las empuñaron.