¿Nunca les ha pasado que quieren iniciar una conversación con alguien que les atrae, pero no son capaces de conseguir las palabras adecuadas para atreverse a hacerlo? Sí, siempre pasa, por lo tanto, a continuación les presentaremos algunos ejemplos y recomendaciones para que las conversaciones más incómodas se vuelvan fluidas y agradables para ambas partes, y que así una esperada primera cita se dé sin tantas complicaciones.
1ro. ¿Con qué comienzo?
Es más que probable que si optamos por enviar un “Hola” seco y con carencia de personalidad, recibamos una respuesta igual de aburrida y la conversación muera antes de comenzar, por lo tanto, es necesario tener distintos tipos de saludos más carismáticos para que las probabilidades de respuestas aumenten, algo como lo siguiente:
“Hey, ¿Qué tal?”
“Hey” (solamente pues suena más amistoso)
También, un “hola acompañado”, como en el siguiente ejemplo, simple y conciso:
“Hola, ¿Cómo estás?”
Puede que suene muy directo, pero en muchos casos (esto va para las chicas) a los hombres les agrada la seguridad, y una pregunta directa es símbolo de seguridad. En el caso de un chico que quiera cortejar a una joven, algo menos invasivo sería adecuado, como los dos primeros ejemplos.
2do. Uso de emojis
Algo que las personas olvidan, es que estos carismáticos pequeñines ayudan a quitar la tensión de una conversación que ya de por sí es bastante tensa para quien la inicia, por lo tanto, el uso de emojis nos ayudará a enviar mensajes implícitos o darle fuerza y sentido a frases que queramos enfatizar. Sin embargo, este no es un punto con el cual se deba exagerar, pues el resultado será una imagen poco seria e infantil de ti mismo (nadie quiere eso cuando busca una primera cita, ¿No?)
Así mismo, para iniciar una conversación es válido utilizarlos, como por ejemplo:
Para acompañar a un “Hola”, podría ir un carita sonriente, y luego un “¿Cómo estás?”
Con esto ya es más que suficiente para que una amena conversación base se inicie.
3ro. No intentes ser tan intelectual
Frases como:
“Pues, claro, es evidente” o “Me percataría de lo contrario pero creo que declinaré”
Solo harán que te ignoren o se aburran de ti, ya que está comprobado por un grupo de científicos de Boston, que realmente una charla más básica y sencilla ayudará a que la conversación fluya con más facilidad, debido a que pensar mucho en un buen comienzo o pretender ser muy intelectual para impresionar a la otra persona, hace que te cohíbas y no puedas seguir adelante, arruinando tu esfuerzo. Por esto, seguir con frases como:
“Claro, me parece genial”
“Wow, ¿En serio?”
O preguntar sobre sus intereses:
“¿Qué género de películas te gustan más?”
Este último punto, claro está, es para crear temas de conversación futuros, y es lo que debes hacer si quieres concluir en una primera cita.
4to. Investiga un poco (solo un poco)

Está claro que no se recomienda que comiences con un ciclo de acoso hacia la persona, en cambio, mira en sus redes sociales sus intereses, la clase de amigos que frecuenta, sus publicaciones, entre otros, para saber si tienes algún interés común con la persona, y así la fluidez esté garantizada. En este caso, frases como:
“¿Sabes qué me encantan? Los Beatles”
“Wow, esa película es genial, sobre todo por el libro en el que está basada (obvio ya sabes que él/ella ha leído ese libro y le gustó)”
“Yo también estudiÉ esa carrera”
Boom, más charla fluida que terminará en una quedada.
5to. No pretendas ser algo que no eres
En el mundo de las citas en línea o los perfiles en redes sociales, es lógico que en algún momento nos encontremos con personas que no son lo que dicen ser, por lo tanto, ¡No seas una de ellas!, si él/ella te dice que le agradan las bandas de rock alternativo, y tú no sabes nada sobre el tema, no podrás respaldarte con una búsqueda rápida en google, simplemente utiliza tus gustos y conocimientos, al mismo tiempo en que te interesas por los suyos. Para esto, frases como:
“Mmm soy más de pop, pero hay algunas canciones de rock que me han gustado, ¿Qué otros géneros te gustan?”
“¿Trabajas como diseñador?, ¡Eso es genial!, ¿Cómo te va con eso? (parece que supieras de lo que se trata, pero en realidad quieres saber esto mismo)”
Y así sabrá que te interesan sus gustos más allá de saber solo uno.
6to. Llegó el momento, hay que hacer la pregunta
Es obvio que, luego de una conversación fluida, con unos cuantos intereses en común y una obvia sensación de “Genial, es el momento”, llegó la hora de hacer la muy decisiva pregunta. Para comenzar, no debes de estar tenso, ya que esto se notará y no a todos les parece tierno este tipo de actitudes, en cambio, intenta utilizar algo más sutil:
“Hey, si no estás ocupado/a el (pon un día), ¿Te gustaría que nos viéramos?”
Aún no pones el lugar ni la hora pues no quieres que la otra persona crea que llevas ensayando el momento por un tiempo, o también, puedes utilizar uno de sus gustos como excusa para cuadrar una salida:
“¿Sabes?, conozco un sitio donde los (comida que le gusta) son excelentes, ¿Te gustaría ir?”
Si la charla fluyó y él/ella se mostró receptivo/a, lo más seguro es que acepte tu propuesta. Luego, deja que la persona diga cuál es su disponibilidad, con un:
“Perfecto (emoji sonriendo) ¿Cuándo crees que podría ser?” (Claro, si no has puesto antes una fecha tentativa)
De este modo, estás siendo cortés, pues tú eres quien está proponiendo la cita, es lógico que esperes a que la otra persona elija el día, y si te cede esa opción a ti, podrías continuar con un:
“Mmm, ¿Te parece el (día que creas conveniente)?”
Siempre preguntándole a la otra persona si esto es lo que le parece, no decidas nada por ti mismo a menos que tengas cierto nivel de confianza con esa persona, ya que esta podría pensar que no te interesa su opinión.
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Conclusión
Como es lógico, cada conversación tiene diferentes aspectos, pero unos cuantos trucos de partida te permiten ser más abierto y seguro dentro de las mismas, lo cual es un punto a favor muy importante si se desea llegar a una primera cita con varias conversaciones, o ¡mejor aún! con una solamente.