La ética y la moral parecen ser sinónimos pero en realidad tienen grandes diferencias. Sin embargo ambos conceptos poseen similitudes que los hacen parecer casi lo mismo. En este artículo te mostramos 10 Semejanzas entre Ética y Moral.
Para entender más a profundidad las semejanzas entre la ética y la moral hay que comprender qué significa cada una. La ética como concepto deriva de un tipo de comportamiento que adopta el ser humano según su identificación y filosofía; mientras que la moral constituye todo aquel comportamiento dentro de los principios sociales. Ahora sabiendo que si bien son conceptos muy parecidos sin llegar a ser realmente lo mismo, podemos analizar cuáles son sus mayores similitudes.
tabla de resumen:
| Semejanzas entre Ética y Moral | Descripción |
|---|---|
| Identidad personal | Están relacionadas con la identidad personal y varían según la sociedad, crianza y experiencia de vida. |
| Actitud | Influyen en nuestras actitudes y respuestas ante situaciones diarias. |
| Elección | Influyen en las elecciones que hacemos a lo largo de nuestra vida. |
| Principios | Son los pilares de los principios de una persona. |
| Decisión frente a problemas | Influyen en cómo enfrentamos y resolvemos problemas en la vida. |
| Influencia | Tienen una gran influencia en diversos aspectos de nuestra vida. |
| Autocontrol | Las personas con principios éticos y morales claros poseen un autocontrol que les permite mantener estos principios intactos. |
| Costumbres | Las costumbres diarias reflejan la ética y la moral de una persona. |
| Carácter cuestionable | Toda ética y moral tiene un carácter cuestionable y puede variar según la sociedad. |
| Manipulables | Ambas pueden ser manipuladas y son vulnerables según la situación y la fortaleza interna de la persona. |
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1. Identidad personal
La ética y la moral están íntimamente relacionadas con la identidad personal del ser humano. No existe un solo tipo de ética o un solo tipo de moral, esto varía muchísimo según la sociedad donde crece la persona, la crianza y la experiencia de vida. Una persona determina su personalidad en gran medida por sus principios morales y éticos.
2. Actitud
Nuestras actitudes frente a diversas situaciones están influenciadas en gran medida por la ética y nuestra visión de la moral. La respuesta ante las eventualidades que podemos llegar a vivir en la vida diaria es un resultado de lo que adoptamos a lo largo de nuestro crecimiento como ética y principio moral. No necesariamente la ética y la moral están relacionadas con buenos actos, pero sí son un reflejo de nuestra filosofía de vida.
3. Elección
Las elecciones en la vida son inevitables. Desde edades tempranas tenemos un enfrentamiento interno y constante frente a elecciones que debemos tomar. El estilo de vida que queremos, nuestros estudios, el trabajo que aspiramos, incluso hasta nuestra forma de vestir, son un resultado de las elecciones que están influenciadas por la ética y la moral que vamos construyendo con los años.
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4. Principios
La moral y la ética son los pilares de los principios de una persona. Los principios son para nosotros las reglas internas según cómo hemos decidido regir nuestras vidas, y esto no tiene excepción. Es posible ver a una persona cuyas reglas morales y éticas son estrictas, y esto es un principio de vida, sin embargo también podemos tomar como ejemplo a una persona cuyas reglas personales son holgadas y también seguirá siendo un principio personal basado en la ética y moral.
5. Decisión frente a problemas
Los problemas son inevitables durante la vida adulta. En cualquier ámbito de nuestras vidas personales encontramos problemas; y según nuestro estilo de vida y trabajo, podemos encontrar más problemas de lo que otra persona puede llegar a enfrentar. La respuesta a estos problemas, sean de la índole que sea, está relacionada con nuestra ética y filosofía de vida, lo que marca lo que es correcto para nosotros. De igual manera sucede con la moral y su influencia en nuestra actitud frente a los conflictos.
6. Influencia
La ética y la moral tienen una gran influencia en nuestra vida. Esto supone un impacto en nuestra personalidad, decisiones, actitudes, amistades, trabajo, estilo de vida, relaciones de pareja, la resolución de problemas y principios. La moral y la ética pueden pasar desapercibidas para una persona, pero eso no quiere decir que no estén presentes como influencia de la personalidad.
7. Autocontrol
Aquellas personas que viven bajo principios éticos y morales claros, poseen un autocontrol que les permite contener esa influencia de la ética y la moral intacta. Bien sea que la filosofía ética de la persona sea aceptada o no a nivel social, esta inevitablemente supone una confrontación constante para la persona que no vive aislada de la sociedad. Mantener un principio ético y moral siempre supondrá una necesidad de autocontrol interno.
8. Costumbres
Las costumbres son todo aquello que determina la vida cotidiana de una persona. La cotidianidad del ser humano es un reflejo sutil pero directo de la ética y la moral. Esta supone una semejanza en cómo pueden verse los principios éticos y morales de una sociedad o de una persona a nivel individual.
9. Carácter cuestionable
Toda ética y moral tiene un carácter cuestionable, es decir que los principios éticos y actos morales de una sociedad no son necesariamente buenos o aceptados a los ojos de otros. Erróneamente se ha llegado a popularizar que es necesaria una ética y una moral para mantener una buena costumbre, pero la realidad es que lo que algunos consideran malas costumbres también son un tipo de filosofía ética. Esto es muy variable según los tipos de sociedades, pero el carácter cuestionable de la moral y la ética suponen una semejanza clara entre ambos conceptos.
10. Manipulables
Tanto la ética y la moral al ser parte de la vida cotidiana de una persona, también son vulnerables a ser manipulados según la conveniencia del momento. Una ética y una moral consideradas débiles, suponen una vulnerabilidad a las bases de los principios básicos de una persona, y esto no es una situación extraña ni mucho menos aislada en la sociedad moderna. Por lo que la ética y la moral comparten cierta vulnerabilidad personal ante situaciones y dependen de la fortaleza interna de la persona.