Las escondidas, uno de los juegos tradicionales más divertidos y simples que existe, pues solo necesita de mucha imaginación y un espacio al aire libre o en casa para ocultarse. Sin embargo, es recomendable para niños mayores de 4 años, debido a que en una edad más temprana puede causar ansiedad y miedo.
Este juego ayuda estimular el desarrollo motor y a la socialización del niño. Además, fomenta la toma de decisiones, favorece la comunicación, mejora capacidad del niño de responder ante riesgos. Asimismo, estimula tanto la inteligencia, imaginación, creatividad y facilita la creación de planificación y expectativa.
Instrucciones
Antes de disfrutar de este juego, es necesario que todos los participantes tengan en cuenta las reglas y su papel dentro de la actividad.
- No existe un límite de jugadores.
- Uno de los participantes debe encargarse de contar y buscar, mientras los otros se esconden.
- El buscador debe contar hasta 20 en voz alta, con los ojos cerrados y de espalda al resto de los niños para que estos se escondan. Al finalizar la cuenta, debe decir en voz clara y alta “1, 2, 3 allá voy” y comenzar a buscar.
- Los jugadores que se esconden deberán hacerlo en un lugar seleccionado.
- El ganador será aquel que no ha sido encontrado y que toca en el lugar destinado para contar y grita “Libre o casa”. Si todos son encontrados, quien busca será el triunfador.
El juego es mucho más que una simple actividad infantil; es una experiencia lúdica que fomenta la creatividad, el ingenio y la socialización. Siguiendo estas cinco instrucciones para jugar, no solo se garantiza diversión sino también el desarrollo de habilidades importantes en los participantes, convirtiendo a las escondidas en una tradición atemporal que perdura en el tiempo.
¿Se deben tener precauciones?
Aunque se considera un juego seguro en la mayoría de las circunstancias, dependiendo del ambiente y de la edad de quienes lo jueguen, es recomendable tomar algunas de las siguientes consideraciones:
Seguridad:
- Elegir un lugar seguro: Jugar en un área abierta y familiar, libre de obstáculos, peligros potenciales como piscinas o pozos, y lejos de calles o tráfico.
- Establecer límites claros: Definir claramente el área de juego para evitar que los niños se alejen demasiado o se escondan en lugares peligrosos.
- Supervisar a los niños: Es importante que haya un adulto presente para supervisar el juego, especialmente con niños pequeños.
- Comunicación: Establecer una palabra clave o señal para que los niños puedan avisar si se sienten asustados o necesitan ayuda.
Escondites:
- Escondites adecuados: Animar a los niños a elegir escondites seguros y accesibles, evitando lugares estrechos, oscuros o con poca ventilación.
- Inspeccionar escondites: Revisar los escondites antes de que comience el juego para asegurarse de que sean seguros y no representen ningún peligro.
- Evitar escondites peligrosos: Prohibir que los niños se escondan en lugares como refrigeradores, hornos, lavadoras, secadoras o cualquier otro electrodoméstico o lugar cerrado que pueda representar un riesgo.
Otras precauciones:
- Hidratación: Asegurar que los niños tengan acceso a agua para mantenerse hidratados, especialmente durante los climas cálidos.
- Protección solar: Si se juega al aire libre, utilizar protector solar para proteger la piel de los niños del sol.
- Ropa adecuada: Usar ropa cómoda y adecuada para el clima, evitando prendas que puedan limitar el movimiento o dificultar la búsqueda.
- Reglas claras: Establecer reglas claras antes de comenzar el juego, como la cantidad de tiempo para contar, la forma de buscar y cómo se determina el ganador.
- Diversión: Lo más importante es que todos se diviertan y disfruten del juego.